By Sal Emergui on January 3, 2013 , [El Mundo]
Hace unos años, Ayo Oppenheimer era una adolescente judía en una academia religiosa. Hoy es la fundadora y alma máter de la primera web que combina judaísmo, cultura, tradición, sexualidad y erótica. Como explica, “una misión de exploración para dar voz a la expresión sexual judía”.
Bienvenidos a Jewrotica https://jewrotica.org/ cuyo logo (con el slogan “Sé judío. Sé sexy”) está inspirado en la historia de la primera pareja, Adán y Eva.”El sitio tiene dos facetas. Por un lado, la académica, educación sexual, estudios, investigaciones y literatura en general. Por otro, la práctica con historias, confesiones, preguntas y participación interactiva”, me dice Oppenheimer en una cafetería de Tel Aviv sin ocultar la alegría por el éxito de su “Start Up” de dos meses de vida.
En los dos primeros días, recibió la visita de 12.000 usuarios. “Jewrotica es una comunidad online, centro literario, fiesta inolvidable y un taller vivencial”, se escribe en la provocativa iniciativa de la joven nacida en Nueva Jersey hace 27 años.
“Los judíos siempre se han caracterizado por su infinita actividad cultural llena de historias con momentos de alegría y también traumas, persecuciones y tensiones. La presencia judía es muy amplia en todos los campos del arte, cine y literatura pero hay uno donde casi no aparece: la erótica. Nosotros pretendemos demostrar que también es algo que nos interesa y mucho”, añade Oppenheimer al frente de un equipo de diez personas en EE.UU, Israel, México y Colombia.
Durante la conversación, la fundadora de Jewrotica aclara que no se trata sólo de sexo y ni mucho menos pornografía. “La erótica es una forma de arte mientras la pornografía es un deporte. Los dos tienen audiencia y quizás llegan al mismo punto pero de forma diferente” explica. La joven es definida ya como “la nueva Ruth Westheimer” en alusión a la veterana sexóloga judía norteamericana. “Es un gran honor que me asocien con ella pero yo no soy profesional”, responde.
¿Por qué ahora? “En primer lugar porque creo que debe haber más apertura respecto al sexo en la comunidad judía. No venimos para pedir que haya orgías públicas sino para compensar algunas conductas de modestia y cierta dificultad a discutir en público sobre sexo. Simplemente hacer preguntas y romper tabúes”.
Una de las secciones más exitosas es el relato de historias amorosas y sexuales. No faltan tampoco referencias a la Biblia asegurando que el judaísmo considera el sexo como una obligación y un acto sagrado. Y recuerdan que “los textos sagrados están llenos de historias de amor y pasión, desde Adam y Eva hasta el rey Salomón de Israel, conocido también por sus conquistas amorosas”.
La Dr. Limor Blockman, conocida sexóloga israelí y último fichaje del sitio nos recuerda un versículo de la Tora: “Si toma como esposa a otra mujer, no podrá privar a su primera esposa de sus derechos conyugales, ni de alimentación y vestido”. Según comenta la autora del exitoso libro 365 Daily Tips for Outrageous Sex & Intimacy, “es una bonita frase que destaca la importancia de satisfacer las necesidades de la mujer, también en cuanto a sus pasiones y gratificación sexual”.
Ante el sexo, ¿es lo mismo un judío de Chicago que uno de Paris o Haifa? “No. Evidentemente hay ciertas esferas compartidas sobre cultura e identidad pero la dinámica cultural de cada uno es diferente según el lugar donde vive o viene”, contesta Oppenheimer.
“La mayoría de los que escriben o entran en la Web son judíos pero los no judíos son más que bienvenidos. Pueden aportar y escribir recordando que la idea debe tener alguna conexión con el contexto judío. Para mi hablar de erótica judía es como hacerlo del arte judío. Es decir para hablar de cine judío no necesitas ser judío”.
Oppenheimer revela: “Mis padres no son usuarios de la web pero me apoyaron desde el primer momento. En general se intenta asociar la erótica y sexo con alguna connotación negativa pero no lo es”.
El cashrut es el conjunto de leyes que rigen los hábitos alimentarios en el judaísmo aunque también tiene un significado más amplio de “puro”. “¿Sexo casher? En mi opinión supone elevar la sexualidad y darle significado. Pero Jewrotica no tiene como objetivo hablar de sexo casher sino explorar online todo lo que tiene que ver con el judaísmo y sexualidad”, concluye Oppenheimer antes de adentrarse en la sensual noche de Tel Aviv.
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